martes, 17 de octubre de 2017

El cuento de la criada - Del papel a la pantalla

Como ya comenté el otro día al hacer la reseña de El cuento de la criada, esta vez empecé la casa por el tejado. Debido a la recomendación de un amigo vi la serie; conforme la veía, y tras saber que se basaba en una novela "antigua", supe que acabaría cayendo en mis manos más tarde que temprano. Por eso, ahora que me pongo a escribir una comparativa de las dos, no puedo evitar dudar si, de haber sucedido en orden inverso, algunas de mis impresiones hubieran cambiado... así que intentaré ser lo más objetiva posible.

¿Qué decir sobre la versión televisiva en sí, independientemente de la obra original? Que El cuento de la criada es un producto muy bien elaborado, con una imagen muy cuidada, un sonido (o la ausencia de él) muy estudiado y un juego de ritmos perfecto. Esta combinación ayuda a que te metas en la historia, te sientas muy identificada con la protagonista (me imagino que sobre todo si eres mujer, pero si no también) y que vivas casi en tus propias carnes la opresión que se respira en Gilead.


Del mismo modo que sucede en la novela, nos encontramos en un presente distópico, intercalado con flashbacks de la vida anterior de la protagonista para poder entender cómo ha llegado a formarse Gilead y el camino que ha llevado a Defred a estar donde está. Aunque aquí hay alguna diferencia, las líneas generales y el sentimiento que provocan son muy similares.

Por su parte, los actores también hacen un gran papel, y se nota que el elenco ha sido seleccionado con sumo cuidado. Elisabeth Moss (Defred) está perfecta, Joseph Fiennes (su Comandante) lo borda y Yvonne Strahovski (la Esposa) causa repelencia y lástima a partes iguales, por nombrar al núcleo principal de la trama. Sin embargo, en este aspecto para mí hay un gran fallo: aquí el Comandante y su esposa son jóvenes y guapos. Nunca me quejaré de ver a Joseph Fiennes en la pantalla, pero el hecho de que sea un actor atractivo y no un hombre mayor y en baja forma (como en el caso de la novela) le quita sordidez al conjunto en general, y a algunas escenas en particular. De hecho, hasta da pie a plantearse que quizá entre él y Defred pudiera llegar a surgir algo... cuando en la novela queda muy claro que es imposible.

Y ahora mismo, al haber borrado el nombre real de la criada para cambiarlo por su patronímico "Defred" y evitar spoilers, me doy cuenta de otra gran diferencia y otro detalle importante que eso conlleva. Y es que en la serie, la identidad de todos los personajes se da por hecho, mientras que en la novela se especula sobre si podría ser tal o cual comandante por diferentes pistas que da la criada, y Defred en ningún momento revela cómo se llama realmente. Aún así, el nombre escogido no es azaroso, sino que se trata del nombre que la mayoría de lectores acaban considerando más probable debido a un detalle de la novela, tal y como explica la autora en la nota previa a la nueva edición.

Este detalle a simple vista puede parecer una nimiedad, pero en realidad implica mucho más. El libro es un relato sin heroínas donde la protagonista es una víctima más, mientras que en la serie Defred adquiere un papel más activo y rebelde. La Defred de la pantalla es más valiente y con ganas de luchar, tanto antes de que su ciudad se convirtiera en Gilead, como en el momento presente. Por eso es lógico que en la novela nunca se identifique realmente, y que en la serie sí lo haga. Aunque este cambio de personalidad resta parte de la sordidez de la historia, me parece un cambio comprensible, puesto que añade tensión, intriga y cierta acción a la trama, algo muy buscado por los productos audiovisuales de este estilo para captar más espectadores.


Por otra parte, a pesar de que ambas versiones tengan a Defred como protagonista, la novela es un relato en primera persona que, a veces, parece un diálogo interno mientras que otras parece que se dirija a un posible lector. En la serie, en cambio, tenemos la imagen y las interacciones de Defred con otros personajes (más nombrosas también). Esto provoca que se pierda parte de la sensación de aislamiento y angustia que se respira en el libro. Es cierto que la adaptación a la pantalla también logra que nos sintamos así, pero en la medida de sus posibilidades que, para mí, es de menor intensidad.

Sin embargo, creo que han intentado compensar esta carencia de otras formas. Por ejemplo, en la adaptación se han permitido enseñarnos la vida o el pasado de otros personajes. Este cambio capta el interés del espectador (como al saber qué le ha pasado al marido de Defred) y permite entender mejor a otros personajes a través de sus vivencias (como en el caso de Serena Joy). A su vez, la historia de algunos personajes secundarios como las criadas Deglen y Dewarren son aún más perturbadoras, y lo mismo sucede con ciertas escenas, como la forma de hacer el Salvamento, o bien el hecho de que la presencia de las Tías sea mucho más constante en la serie. A mi modo de ver, estas licencias artísticas facilitan que entremos en (y nos escandalicemos aún más con) el funcionamiento de Gilead. Por eso, las considero un buen modo de recuperar parte de la fuerza que se pierde en los otros aspectos ya comentados.


Por suerte, además, estas modificaciones no provocan ningún cambio relevante en el argumento principal. Salvo en uno, que para mí es el más importante: el desencadenante del final. No quiero hacer spoilers, así que simplemente diré que en la serie está relacionado con la heroicidad de la que carece la protagonista en el original. Quizás es el cambio que más me ha sorprendido, aunque de nuevo entiendo que tiene que ver con la necesidad de una heroína que suelen tener las distopías pensadas para la pantalla.

Dicho todo esto, tras hacer la comparativa me doy cuenta de que hay más cambios de los que yo pensaba en primer momento. Es bastante probable que si hubiera leído el libro primero mi visión hubiera sido un poco más negativa, ya que suelo ser bastante intransigente con los cambios; pero también es cierto que asumo parte del "problema" como propio, y que una versión no tiene que ser cien por cien literal. En este caso, la adaptación funciona muy bien por sí sola y los cambios que se han hecho me parecen más que comprensibles, al pasar a otro formato muy diferente y, seguramente, querer llegar a un público aún mayor. Así que no puedo dejar de terminar esta comparativa sin recomendaros las dos versiones y pediros que, en caso de leer o ver alguna de ellas, no dejéis de comentarnos qué os han parecido. ¡Hasta pronto!


Imágenes promocionales de la galería de Filmaffinity


6 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo con todo. En mi caso empecé a ver la serie cuando llevaba medio libro leído y me hice muchos spoilers. Yo también recomiendo leer antes el libro y ya entonces ver la serie. ¡Magnífica comparación!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buenas tardes, Luana:
      Muchas gracias por tus palabras. Nos alegramos de que la comparativa te parezca acertada, así como el consejo de Akasha ;)
      Vuestros comentarios nos animan a seguir trabajando y mejorando día a día.
      Nos leemos. Un saludo.

      Eliminar
    2. Muchísimas gracias, Lunana, de verdad. Me costó mucho escribir la comparativa para que expresara de forma clara todos los pros y contras de la adaptación. :)

      Eliminar
  2. No tiene mala pinta, pero igual me animo antes con la serie porque el libro posiblemente se me haga un poco pesado. Aún así no planeo verla en un periodo corto de tiempo porque ahora mismo prefiero ver otras cosas. De todas formas me la apunto. Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola, Almudena!:
      Pues ya nos contarás qué te parece la serie cuando la veas :) Es muy recomendable.
      Nos leemos. Un beso.

      Eliminar
    2. ¡Hola Almudena! Como bien apuntas, el libro es una lectura lenta ya que trata del día a día de la protagonista, aunque puedo decirte que a mí no se me hizo pesado. De todos modos, hagas lo que hagas, nos encantará saber qué te han parecido la serie y/o el libro. ¡Un saludo!

      Eliminar