jueves, 28 de septiembre de 2017

El café celestial. Stuart Murdoch


FICHA:
 
Título: El café celestial
Autor: Stuart Murdoch
Editorial: Expediciones Polares
Número de páginas: 247 p.
Precio: 22,50 € (tapa dura)
ISBN: 978-84-944149-7-8




Acerca del autor:
Stuart Murdoch, líder y cantante de Belle and Sebastian, nació en Ayr, Escocia, en 1968. Se mudó a Glasgow siendo aún muy joven, se perdió la primera explosión de post-punk escocés y tuvo que esperar un tiempo a que llegara la próxima. Malgastó los siguientes años haciendo sus pinitos en todo tipo de cosas sin el más mínimo sentido: hacer de DJ, organizar conciertos, trabajar en una tienda de discos, vender panceta a domicilio, correr maratones y apuntarse y desapuntarse de varios cursos en la Universidad en aquellos tiempos en los que uno se podía permitir hacer estas cosas. En algún momento de este periplo parece que aprendió a escribir canciones, aunque no sabe exactamente cuándo.



Sinopsis: 
Stuart Murdoch se considera a sí mismo una persona que únicamente tiene un “26% de estrella del rock” . Puede que esté exagerando. Sin embargo, pocas estrellas de rock destinan su tiempo libre a elaborar la lista de sus matemáticos favoritos o a comprar zapatillas extra suaves para que no molesten a los vecinos que viven en el piso de abajo.

El líder de Belle and Sebastian revela a través de este diario además de sus influencias musicales y artísticas, un sinfín de historias de su vida cotidiana entre los años 2002 y 2006: los ensayos con la banda, los conciertos, el descubrimiento de nuevos grupos, los tiempos muertos de las giras, sus paseos en bicicleta, sus partidos de futbol o sus reflexiones ante una puesta de sol.

Es fascinante descubrir sus miedos, sus inquietudes, y su creencia en el destino. Murdoch cree que cada decisión que toma en la vida determinará el sonido del próximo disco de Belle and Sebastian (¿y por qué no?). 



Reseña:
El café celestial (Expediciones Polares, 2016) funciona como una tarde de confesiones, puestas al día, té, café, pintas y cigarros de liar en compañía de un amigo al que hacía demasiado tiempo que no le dedicabas el tiempo adecuado. O ante un completo desconocido. Mientras la lluvia de fuera amilana cualquier ánimo de paseo por la ciudad y la niebla ofrece una barrera demasiado tupida como para intentarlo, la única salida viable es la abstracción y el dejarse llevar por la conversación que te propone (Stuart) Murdoch, quien se desvela como todo un genio en lo que al relato breve se refiere. El escritor escocés evita caer en los topicazos creados a raíz del rock'n'roll y enfarragarse en los desenfrenos habituales (o no) de las giras internacionales y el estrés ocasionado por las grabaciones de discos (aunque sí está muy presente la entrada a estudio de su largo Dear Catastrophe Waitress) gracias a un estilo sencillo cuya personalidad resulta atrayente y empática. Sí, se trata del cantante de una de las bandas más famosas de Escocia pero también de un hombre de mediana edad que disfruta (casi) más de sus pachangas futboleras entre amigos, sus despejes mentales como mediofondista urbano, su trabajo en una parroquia local y de elevados (incluso snobs) gustos artísticos.

Gracias a una prosa firme y de vocabulario exquisito, donde la amabilidad de trato está tan presente como el sentido del humor, (Stuart) Murdoch consigue enganchar al lector a su mundo de bipolarismo pop donde sus traumas se ven expuestos tanto en la puesta en escena de las entregas de premios como en la cuenta atrás en la grabación del disco o en la angustia por el inminente cierre de Tchai-Ovna. Junto a esta parte dramática, el libro también cuenta con sus momentos cómicos donde es visible el sentido del humor sibilino del amante de listas y los viajes en tren en sucesos como su visita al ciclo de cine X del centro de arte contemporáneo de Edimburgo, la recopilación de las definiciones del término 'sexy' para sus fans o su encuentro travéstico con Christina Ricci entre bastidores festivaleros. El café celestial (Expediciones Polares, 2016) va más allá de las historietas del abuelo cebolleta o del ejercicio de ego y auto-onanismo típico de los artistas. (Stuart) Murdoch sorprende como esos lugares que inesperadamente se convierten en el hogar al que volver cuando el nido propio consume. El bar de confianza. El Tchai-Ovna.

Texto tomado de la reseña realizada por la autora para la web musical El Ukelele.


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