martes, 8 de agosto de 2017

Gloria Fuertes: tan cercana y tan desconocida

Habitualmente, la infancia suele ser la etapa vital que recordamos con mayor cariño. Los juegos, las risas, las reuniones familiares, las fechas señaladas en el calendario (sobre todo las navideñas y vacacionales) y los primeros amigos. Una empieza a ser consciente de sus emociones y a relacionarse con el otro. La fase de aprendizaje desde la que construir nuestro engranaje y herramientas sociales futuras. Para mi suerte, mi madre nos inculcó desde crías (a mi hermana y a la que suscribe) la pasión por la lectura y en casa nos acompañaban lecturas varias y, cómo no, allí también estaban las obras de Gloria Fuertes.

Fotografía del Archivo ABC
Un 28 de julio de 1917 nació en el castizo barrio de Lavapiés (Madrid) una de las escritoras más tristemente ninguneadas por la literatura castellana que, sin embargo, ha encontrado en la manida expresión de 'más vale tarde que nunca' su medalla al mérito. Una labor vilipendiada por sus coetáneos (en su mayoría masculinos) y por sus colaboraciones en programas como Un globo, dos globos, tres globos, programa didáctico realizado para TVE para enseñar a los más pequeños de casa desde la televisión. Tal fue el éxito del mismo que no tardarían en llegar las famosas imitaciones por parte de Martes y Trece o el olvido absoluto de sus obras anteriores. La figura de Gloria Fuertes se esfumó en el parnaso literario a la vez que crecía su fama como adalid de la poesía de rima fácil, carácter infantil e, incluso, ingenuo. Craso error.

Gloria Fuertes expresó su necesidad de ser escritora desde sus primeros años adolescentes como así demuestra su primer poema publicado, Niñez, Juventud y Vejez, en el año 1932. Dos años después fallecería su madre y la necesidad de ingresar dinero en una casa humilde como la suya hizo que la madrileña tuviera que compaginar ambas actividades. Corazón y bolsillo. Pasión y necesidad. Gloria Fuertes fue una mujer llena de energía que lejos de achantarse ante este tipo de situaciones, duplicaba sus esfuerzos por dar vida a toda aquella prosa y poesía que paseaba por su mente. Sin convertir este pequeño homenaje en sesudo estudio sobre la denostada escritora, simplemente citaré algunas de sus colaboraciones periódicas: Maravillas, Pelayos, junto con Rumbos o Arqueros (creada junto a Rafael Mir, Julio Mariscal y Antonio Gala). La Guerra Civil marcó sus versos, pero la posguerra no fue suficiente para callar su voz. En 1951 fundó Versos con faldas junto a sus colegas Adelaida Las Santas y María Dolores de Pablos, lo más parecido a una asociación feminista actual. La única vía sincera desde la que difundir sus obras y pedir una igualdad aún no consolidada. Un claro ejemplo de la personalidad de Gloria Fuertes, generosa tanto en lo personal como en lo profesional. Una figura repleta de ángulos aún por identificar. 

Ejemplar de la revista Maravillas

Con motivo del centenario de su nacimiento, Madrid ha rendido los homenajes correspondientes a través de diversas actividades (exposiciones biográficas, renombramientos de plazuelas, etc.) desde las que relanzar la figura de una escritora que reivindicó la igualdad entre mujeres y hombres, se posicionó a favor del pacifismo y mantuvo siempre una coherente postura en la defensa del medio ambiente, nuestro bien más preciado. Las efemérides siempre ayudan, pero no deben quedarse en flor de un día. Ponga una obra de Gloria Fuertes en su vida, verá la vida desde otra mirada.

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